domingo, noviembre 25, 2012

En el fin de semana

Ayer sábado estuvimos en la firma de libros que hacía Geronimo Stilton en una librería de Santa Cruz. El interesado era Pablo, es un gran lector de las aventuras de Geronimo y cuando se lo comenté quiso ir, tenía pensado llevar tres libros (uno gordo, uno delgado y otro grande) por si no firmaba sino un tipo de libros. Al final se decidió por la adaptación de "La vuelta al mundo en 80 días", estuvimos poco más de una hora en la cola, al menos yo porque Pablo iba y venía y Dani, que no quería que le firmara nada, leía libros de dinosaurios y animales varios.


Hace un rato que hemos regresado de la carrera popular en Santa Cruz. Los bajitos reponen fuerzas sentados en el sofá, Dani leyendo su libro del cole para este finde ("Pupi y el club de los dinosaurios") y Pablo comiéndose unas galletas y viendo la tele para empezar a hacer la tarea del cole. Me ha gustado la dinámica de grupo que han tenido los benjamines este años, el profesor los ha sentado y han hecho unas actividades para calentar y animarse, daban gritos de "bieeennn", saltaban, se movían a un lado o a otro. Lástima que luego el grupo de Dani tuvo que salir con las niñas alevines porque parece ser, según me contó Daniel, el profesor se quedó hablando con una persona y no los llevó a la salida a tiempo.


No tengo unos niños deportistas, supongo que son reflejo de sus padres, y por mucho que nos empeñemos no logramos interesarlos por los deportes. Hacen algo de natación, pero a veces ni siquiera quieren ir, sobre todo los viernes, y cuando acabaron la carrera, exhaustos después de 600 y 1000 metros respectivamente y llegando de los últimos a la meta, han dicho que el año que viene no van a correr. 


Les he felicitado por el esfuerzo, por haber logrado empezar y llegar hasta el final, pero el cansancio y el ver que la gran mayoría de sus compañeros han llegado antes supongo que pesa más. Les he animado diciéndoles que el año que viene empezaríamos a entrenar antes, que el deporte es bueno para ellos y para todos. Tendré que predicar con el ejemplo porque tampoco soy nada deportista, se me hace duro, además de no tener mucho tiempo, después de un día de trabajo ponerme a hacer ejercicio.



miércoles, noviembre 21, 2012

Preparándose para la carrera

Ayer Pablo me recordó que era el Día del Niño, normalmente no juegan a videojuegos durante la semana, queda restringido a los viernes por la tarde y los fines de semana en temporada de colegio; pero él me pidió jugar "porque es un día especial, tú tienes el día de la madre, ¿no?" me dijo con la lágrima en el ojo. De nada serviría explicarle que hay días comerciales no de celebración, sin embargo llegamos al acuerdo de que si repasábamos el control de lengua que tenía hoy, y se lo sabía, podía jugar un rato con el ordenador. El repaso fue productivo y no tuve problemas para dejarle jugar, las normas están para saltárselas en alguna ocasión especial siempre que se recuerde que en condiciones normales hay que cumplirlas ;).

Mientras tanto Daniel, que normalmente no tiene tarea entre semana, había decidido prepararse físicamente para la carrera de "esos grandes almacenes españoles" que se celebra el próximo domingo. Ya el lunes por la tarde dijo que tenía que hacer flexiones, pero era tarde y decía que estaba cansado de la piscina (van tres tardes a la semana con su padre). Algo le explicó su padre sobre lo bueno que era hacer ejercicio y sobre las endorfinas (todavía tengo que preguntarle que le contó porque no me aclaro con lo que me dice) porque ayer cuando llegamos del cole me dijo que el día anterior "con lo de las endorfinas después de la piscina no había podido hacer ejercicio". 

- "Mamá, ¿sabes que sé un ejercicio con el que la espalda se te curará?"
- "Si, enseñamelo cariño", le dije con interés.
- "Tienes que ponerte así" sentándose en el suelo, cruzando las piernas y levantando las manos haciendo pinza, o sea, la postura de loto de yoga, "con este ejercicio la espalda se pone recta y el liquido hace que te pongas bien"
- "¿Qué líquido es ese?" pregunto yo con cara de extrañeza.
- "No me acuerdo del nombre mamá, pero hace que te pongas bien"

Luego siguió su "entrenamiento" con una sesión de Wii Fit en la que mezcló carrera, con skateboard, yoga, y a cada rato me llamaba para que viera su puntuación. 


"Mamá, la profe me ha dicho que las sardinas tienen mucho calcio y sirven para fortalecer los huesos, ¿puedes comprar sardinas para comérmelas el sábado?" No hay duda de que irá bien preparado a la carrera.

domingo, noviembre 18, 2012

Lluvia y lanas

Este fin de semana ha estado un poco pasado por agua, sobre todo ayer sábado. Por la mañana recados varios y por la tarde, justo cuando empezaba a llover con más fuerza, sofá, manta, agujas y lana. Me gusta estar en casa cuando llueve, detrás de la ventana se está mejor que en la calle, será porque siempre me pilla en la carretera y no me hace feliz conducir bajo la lluvia. 

Estoy terminando mi tercer par de calcetines, aunque serán los segundos porque los anteriores los he desbaratado, habían quedado muy flojos y largos. Los he rehecho con un punto trenzado que le da más elasticidad. Queda por hacer el empeine y la puntera, los próximos con agujas circulares.


Hace ya unas semanas que terminé este chal, es el wingspan en Ravelry que tiene traducción al español.Ya estoy haciendo un segundo porque me encanta como queda.


Tengo en espera un ovillo de Drops que me tocó en el sorteo que Noe hizo en la penúltima quedada en Santa Cruz (eso que no pude estar). ¡Gracias Noe! Me costó decidirme que hacer con él, si unos calcetines (ya estoy lanzada en el arte calcetinil) o un cuello; puede que me decida por este Heart shawl también de Noe que me encanta como queda. ¡Lo bueno es que tengo en qué entretenerme! Feliz comienzo de semana.


martes, noviembre 13, 2012

De mayor quiero ...

- "Mamá, ¿sabes dónde quiero trabajar de mayor?", me pregunta Daniel mientras doblo la ropa.
- "¿Dónde hijo?"
- "En una juguetería"
- "Ah, qué bien, para poder jugar con todos los juguetes ¿no?", le digo con una sonrisa.
- "No, mamá, para hacerme rico, porque cómo los Reyes Magos gastan mucho dinero en juguetes igual me forro", me responde con una sonrisa aún mayor. Y yo me río a carcajadas porque, aunque todavía no sabe la verdadera naturaleza de los Reyes Magos, ya sabe que se gastan una millonada en la juguetería. ¡Bendita inocencia y menudo futuro empresario!


lunes, noviembre 05, 2012

Clases de ortografía bajita

Esta tarde al ir a buscar a los bajitos a casa de su padre hemos venido hablando de como les había ido el día. Este fin de semana Pablo tenía que estudiar para los exámenes que tiene esta semana. Le pregunté que tal el examen de mates que habia tenido esta mañana y me contestó que bien, aunque se le había olvidado alguna cosa. Menos mal que he conseguido que me cuente algo más porque a mi pregunta de "¿qué tal te salió?" él siempre respondía con tono de fastidio: "todavía no sé la nota, mamá" a lo que tenía que replicarle que no le había preguntado la nota sino su impresión sobre lo que había contestado o dejado de contestar. Para mí es una manera de mostrar mi interés por sus cosas, preguntarles como les ha ido el día, que han hecho en clase o que están explicando en el cole; pero a veces tengo la impresión de que ellos lo toman como un interrogatorio en primer grado, sobre todo Pablo que es un poco más cerrado que Daniel para sus cosas.

Mañana toca el control de lengua, le pregunté si había estudiado algo y me dijo que si, pero que no entendía el porqué tenía que estudiar el fin de semana para todos los exámenes si el primero era el de matemáticas y se le iba a mezclar todo en la cabeza. Ahí tuve que explicarle la importancia de ir estudiando todos los días un poco para sólo tener que repasar el día anterior. Pablo es bastante responsable con sus tareas, las lleva casi al día, aunque se queja por la cantidad que tiene que hacer (supongo que como todos).

Daniel oyendo nuestra conversación mete baza y dice "Pues mi maestra dice que hay que leer veinte veces las lecturas, para después saber explicarlas y responder a las preguntas. Bueno, los que no tienen problemas para leer sólo las tienen que leer diez veces" (ahí sale el lado exagerado de mi hijo). Mi vena de profesora se enciende y les digo que la lectura es muy importante, que es buena para saber escribir bien, para no tener muchas faltas de ortografía (y ahí pongo el ejemplo de Pablo que no comete muchas) y sobre todo para pasarlo bien, porque se aprenden muchas cosas leyendo. Todos de acuerdo, y Pablo le pregunta a Daniel: "¿Tú tienes muchas faltas de ortografía Dani?" "No, sólo tengo faltas de ortografía en los accesorios de las palabras" y explica "en las tildes, en las comas, y todo eso"(buena aclaración porque yo no sabía se había equivocado de palabra pero su explicación dejó claro que sabía lo que decía).

Ya en casa, todo esto había sido en un trayecto de unos cinco o seis minutos, hacemos un repaso de lo que caerá en el examen de lengua: las sílabas, las sílabas átonas, tónicas, las palabras llanas, agudas  y esdrújulas (¡qué tiempo sin oír todos esos conceptos!) y Pablo me cuenta que Daniel y él tienen un acuerdo, que él le explicará las cosas que vaya aprendiendo para que Dani sepa muchas cosas y esté preparado para tercero de primaria (y eso que todavía estamos empezando segundo). "Ahh, qué bien, me gusta que lleguen a acuerdos" sonrío yo. "Bueno Dani, ¿quieres que te explique lo de las tildes para que no tengas más faltas de ortografía? Es muy fácil". A todo esto Dani está viendo Doraemon en la televisión y como que no tiene demasiado interés, pero dice un tímido "si". "Vale", se envalentona Pablo "mira, sabes que las sílabas forman palabras, pues hay sílabas que son átonas y otras que son tónicas, en las que se pone la tilde ... ¿Me estás atendiendo Dani?", Daniel divide sus miradas entre su hermano y la tele, "¿Es que no quieres aprender a escribir bien?" y es ahí cuando tengo que intervenir para decirle que no se apure, que son cosas algo díficiles para su hermano y que todavía no está preparado para recibir esas lecciones. Menos mal que se lo ha tomado bien esta vez, la última vez que intentó hacer de maestro con su hermano le quería explicar las divisiones y las multiplicaciones de dos cifras, y las restas llevando fue un motivo de pelea entre los dos, evidentemente los dos años de diferencia se notan a nivel educativo y por mucho que se empeñe Pablo, Daniel todavía tiene que aprender mucho más para llegar a su nivel.

Esta noche Dani ha sido el primero en coger un libro para leer, normalmente no lo hace tanto como Pablo, que si no lee un poco antes de irse a la cama no se duerme contento, al menos la conversación sobre la lectura ha hecho algo de mella en él. Me gustan mis bajitos lectores.


domingo, noviembre 04, 2012

"Sólo el amor ..."

Esta canción me "persigue" hace unos días.


 "Debes amar el tiempo de los intentos ...." y en ello estoy, aprendiendo, practicando e intentando disfrutar cada momento. ¡Feliz semana!